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NO TE PUEDES ESCAPAR DE LA VIDA (Emma Váquez)

No podemos escaparnos de la Vida. Y mira que lo intentamos… Yo he utilizado muchos métodos en mis diferentes etapas: el alcohol en mis eternas noches de fiesta, algún que otro porro, las redes sociales, mi titulitis, el conocimiento perpetuo de lo que no se puede conocer con el conocimiento…, la escritura, la espiritualidad con su infinidad de cursos, talleres, retiros, libros, teorías, sanaciones, herramientas de crecimiento personal, energías varias, viajes iniciáticos a “no sé dónde”, el advaita y su no-dualidad tan dual…

Hasta he pretendido a escaparme a través de “no escaparme”. Demasiado mental.

Nada funciona, pues nada puede sacarte de donde eres, de donde estás; pues nada puede asegurarte la felicidad permanente. La Felicidad Final.

En ocasiones, suceden chispazos de una Paz y un Amor de otra Galaxia tan maravillosos, tan mágicos, que caes en la trampa del “para siempre”. Del “yo quiero sentir eso a todas horas”. De la tan famosa e idealizada Iluminación. Y, en otras ocasiones, suceden otros chispazos de un Vacío y una Soledad tan intensas que parece que te van a ahogar. Y caes en la trampa del “nunca más”. Del “yo no quiero volver a sentir eso”.

Ambos chispazos originados desde el mismo lugar. Ambas trampas siendo la misma trampa.

La trampa de aferrarse a un estado emocional (o no emocional) que ya deberíamos SABER que tal y como viene, se va. La trampa del apego a “lo que sea”. Muy humano, sí. E igual de ingenuo.

La Vida es tan incontrolable, tan imprevisible, que cuando menos te lo esperas te sorprende con una sacudida de todo lo que CREÍAS.

Es como si nos estuviera recordando a cada momento que no somos nadie. Como si nos trajera continuamente y de mil y una maneras (algunas más cómodas que otras…) a Aquí y Ahora. A este único Presente que existe. Como si al viento se la soplara en qué dirección preferimos que vuele. Como si nunca llegaras a tu destino porque en Realidad no existe ninguno. Porque el destino simplemente es lo que respiras en cada Instante.

Últimamente, veo la Vida tal y como Es (o no…). Sin quitarle hierro. Ni tampoco ponérselo. Riendo cuando ríe. Doliendo cuando duele.

Quizás, sencillamente se trate de eso. De no escapar. Ni para bien ni para mal.

Quizás, no haya ninguna mejor versión que alcanzar. Ninguna misión que cumplir. Ningún Hogar al que Regresar.

Quizás, tan sólo Seamos esa Vida que Existe. Que no mira ni al pasado ni al futuro. Que no se inventa objetivos. Ni tampoco razones para Ser Lo Que Es. Que no quiere Evolucionar por sus santos cojones.

Quizás, tan sólo seamos Latidos jugando a ser cuerpos, mentes, espíritus y almas.

Lo siento por el que sigue intentando escapar, pero la Vida le demostrará que es ella la que está decidiendo SIEMPRE por dónde tirar. Si por Arriba, por Abajo, por el Centro, por Dentro o por Fuera…

Porque no podemos dejar de Ser Humanos. Porque no podemos dejar de Ser Vida. Porque no podemos dejar de Sentirla.

Porque nos guste más o nos guste menos, NO CONTROLAMOS NADA. Ni siquiera a nosotros mismos. Ni siquiera a nuestro falso libre albedrío.

Emma Vázquez