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NOVEDADES 11
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“Sólo hay que ser..
..ser de nuevo sencillo y sin palabras como el grano que crece o la lluvia que cae"
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María José Arana habla de Etty Hillesum
Es la última charla de “Los colores de la espiritualidad”, que María José titula por su parte, con acierto, como “Los colores de la mística.”
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El público diverso. Y también diverso habrá sido lo que cada quien percibió.
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Una asistente afirmó que la mística, en la actualidad, es para todas.las personas. Quizá como alternativa a la religión, tal como se manifiesta en las generaciones ya más maduras, o como algo inteligible para las nuevas generaciones que buscan sentido y respuestas.
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Quizá también como presagio de un salto en el homo sapiens. ¿Al homo deus? ¿A una nueva consciencia?
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Por eso Etty llama la atención. Con sólo 29 años de vida, con sólo los tres últimos de su vida despertando a sí misma, se reconoce habitada, participada, por algo grande. Como ella dice “eso que, por comodidad, le llamo Dios.”
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Desde una espiritualidad laica actual, hablamos del Ser, de la Presencia, del Vacío, de la Plenitud... y desde la psicología, del yo profundo, de la consciencia transpersonal.
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Y allí establece unas conexiones profundas con su alegría, con el amor, con la comunión, con el compromiso con su gente y su entorno. Todo ello en unos años teñidos por el verde de la esperanza y por el ocre del sufrimiento.
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Descubre, vive y nos ofrece la fuente, el agua, la corriente que nos es común a todas las personas, porque la cualidad humana más profunda, es laica y universal.
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Y habla y escucha a “Dios”. Y le ayuda. Qué bueno. Ayudar a Dios es ayudar a cada persona a descubrir el Ser, el Uno, lo definitivo.
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“Una quisiera ser un bálsamo derramado sobre tantas heridas.“
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Se puede hacer esta lectura no teísta de las propuestas de Etty. Es más, seguramente con más lealtad que la contraria.
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