“Amar tu cuerpo no es solo algo que suene bien. Es un acto de rebeldía en una sociedad que constantemente te dice cómo debes ser. Más joven, más delgada, más musculoso, más sonriente… De forma directa o indirecta, llegamos a interiorizar que lo que valemos depende de nuestra apariencia. El cuerpo se vuelve una fuente de críticas y conductas lesivas. ¿Cómo hemos llegado a este punto? ¿Por qué tanta obsesión con la apariencia física?”
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