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MI ANDAMIAJE (Simone)

He estado demasiado tiempo perdida, pero siento que poco a poco voy reencontrándome.

No puedo recuperar el tiempo pasado puesto que no se perdió en ningún rincón.

Las cosas pasan, giran sin necesidad de pedir nuestro permiso; y cada acto, cada gesto, se expande como cuando lanzas una piedra al agua. Una parte siempre es escogida, aunque no sé bien en qué tiempo se eligió.

Todo tiene su origen. Lo que soy, mis cualidades, mis vergüenzas, mis dudas… no dejan de ser más que el resultado del andamiaje que yo misma he construido para actuar, para ser, en apariencia, más o menos cómoda. Y andamiaje construido también por esas ondas que se producen cada vez que una piedra roza mis aguas, la más superficial y también las más profundas.

Todo lo maquillamos; cada una y cada uno de nosotros inventamos personajes que se adaptan a los tiempos y a los ritmos impuestos por las relaciones con amigos, compañeras, familia, enemigos, desconocidas, ausentes…

Pero hay un segundo, un breve instante, un momento impreciso en el que una ráfaga de luz que dura menos que un suspiro, que se esconde en un abrir y cerrar de ojos, una ráfaga que nos muestra, con todo lujo de detalles, que somos la suma de destellos, de reflejos, de nosotras y nosotros mismos… casi como si nos susurrara un gran secreto: ¡No nos hemos perdido, nos hemos escondido! Nos hemos escondido tras las máscaras y las caretas con las que ocultamos nuestro verdadero rostro.

Ráfaga que ilumina la oscuridad, las partes dormidas de la mente, las partes anestesiadas del corazón… Y volvemos a sentir y a recuperar nuestros sentidos.

¡Me gustaría poder expresar, atrapar ese sentimiento, esa sensación de quietud que me embarga!

Pero no puedo, como la arena, como el agua… se escurre entre mis dedos, y parece que no permanece, pero quizá solo en apariencia.

Me gustaría dejarme mecer por la quietud, para recordar, para no olvidar que ser invencible no es el suelo, ni estar a salvo, sino SER, en esa hondura y profundidad que sostiene, un presente que comenzó días antes de que sintiese que me perdía por primera vez.

Simone