Richard: Aquí tenemos un modelo diseñado por Douglas Harding en la década de los setenta de cómo es el yo, el individuo. Lo llamamos el Explorador del Tuniverso. (Douglas Harding fue quien elaboró la filosofía subyacente de la Vía sin cabeza y quien creó y desarrolló los experimentos).
Ilustra las muchas capas del ser de uno, tanto desde el punto de vista de los demás desde fuera, como desde el punto de vista de uno mismo desde el interior. Para ver un video corto en palabras de Richard sobre el Youniverse Explorer, haga clic aquí.
Vosotros me estáis viendo ahora desde unos metros de distancia, de forma que lo que veis aquí es una persona, pero si os acercaseis a mí con los instrumentos adecuados perderíais mi apariencia humana y, en su lugar, lo que veríais sería un trozo de piel, y, si os acercaseis más aún, células. A su vez, si os acercaseis a mis células veríais las moléculas que las componen. Es como pelar una cebolla. Al acercaros a mis moléculas ―¡ahora estoy desapareciendo muy rápidamente!― lo que veríais serían los átomos y las partículas que los componen. Lo que haríais sería penetrar cada vez más en la Nada que hay en mi Centro. Podríais acercaros mucho, pero nunca llegaríais justo donde estoy yo ―aquí, a distancia cero― ni veríais lo que yo soy aquí. Pero yo sí que estoy aquí, y lo que veo es que soy esta Nada.
Si en lugar de acercaros os alejaseis de mí llegaría un momento en el que veríais todo Levittown, después los EE. UU., luego el planeta y finalmente nuestra estrella, el Sol. Todas estas son apariencias mías y vuestras; son el aspecto que tenemos a distintas distancias. Es realmente hermoso. Nuestro cuerpo está constituido por capas, por niveles. Para poder estar sentados aquí y respirar necesitamos de absolutamente todas estas capas; necesito mis pulmones, necesito las células que los forman y las moléculas que, a su vez, constituyen mis células. También necesito la atmósfera, la luz del sol… Todo es un mismo y precioso sistema viviente. Así es como funciona. Esto es lo que somos, quien somos realmente. Es increíble. Se trata de una nueva forma de considerarnos a nosotros mismos. Tenemos que ponernos al día con lo que la ciencia nos dice sobre nosotros mismos. Hemos de actualizar lo que creemos que somos para que concuerde con la información que nos proporciona la ciencia.
Y no es tan solo que la ciencia nos esté reflejando este cuerpo multinivel que tenemos, sino que también nos identificamos ya como muchos de estos niveles. Por ejemplo, yo me identifico con ser Richard, con ser inglés, con ser europeo, con mi planeta ―al menos, sería deseable que, por lo menos a veces, me identificase con mi planeta―. Y luego sigo expandiéndome hasta sentir en nombre de mi estrella, del Sol. Si fuésemos atacados por otra estrella o por otra galaxia ―si estallase la Guerra de las Galaxias― nuestra propia estrella estaría bajo amenaza y yo sentiría que estoy en peligro. Pero después, al momento siguiente, puede que esté identificándome con mi equipo de fútbol. Es decir, me contraigo. En un momento estoy preocupado por mi sistema solar y al momento siguiente estoy pensando en el gol que mi equipo acaba de fallar. Después pienso en el dolor que tengo en la rodilla, y luego ¡en cómo está la economía de mi país! Estamos todo el tiempo expandiéndonos y contrayéndonos.
Las fotos en el exterior de las capas del modelo representan lo que ven los demás al mirarnos desde diferentes distancias. Las imágenes que hay en la cara interna de las láminas representan tu propia visión desde tu Nada central, lo que ves hacia fuera, tu visión externa. Si miras hacia fuera, lo que puedes ver primero, a poca distancia, es tu nariz y el resto de tu cuerpo sin cabeza. Si miras más a lo lejos ves a otras personas. Más lejos aún ves los edificios, las nubes, y después la Luna, las estrellas y las galaxias. Tu visión hacia el exterior, lo que ves desde tu Centro Vacío, está constituido por niveles al igual que la visión interna ―es decir, al igual que cómo te ven los demás cuando miran hacia ti―. Es una configuración verdaderamente hermosa. Así es que cuando digo que miro hacia dentro, hacia mi propio Centro, lo que quiero decir es que estoy mirando hacia el Centro de todas estas capas, de todos estos niveles. Este modelo sitúa la experiencia de tu Nada central en el contexto de tu precioso cuerpo-mente multinivel. Lo cierto es que aún no hemos despertado a la realidad de nuestro propio cuerpo-mente multinivel. Reconocemos tan solo algunos pequeños fragmentos y por ello consideramos que somos una pequeña parte de todo este conjunto. Pero ahora, observando este modelo, podemos comprender que en realidad se trata de un único organismo vivo.
La principal pregunta que vamos a estar cuestionándonos hoy es «¿quién o qué es lo que está en el centro de todas estas capas?». Los demás pueden decirte cómo es tu cuerpo a todas estas distancias, pero nadie salvo tú mismo puede decirte lo que eres en el Centro de todas estas capas, porque únicamente tú estás ahí. La esfera transparente que hay en el centro de esta maqueta representa lo que eres a distancia cero. El propósito de los experimentos que vamos a realizar es dirigir nuestra atención al Centro de todas estas capas que nos constituyen; observar cómo es la Realidad que subyace bajo todas nuestras apariencias. Los grandes místicos del mundo dicen que en el Centro eres el Uno, la Fuente, Dios. Cuando yo miro aquí, cuando observo lo que hay a distancia cero, no veo ni mi cara ni ninguna otra cosa. Lo que veo es esta Apertura que está llena de todo este universo formado por muchas capas distintas. ¡Ahora puedo verificar que los místicos tenían razón!
Vuelve a poner tus manos en el lugar desde el que miras. Aquí estás ―eres― Vacío, Claro y Transparente. Es autoevidente que aquí eres consciente, que aquí estás despierto. Aquí puedes decir: «Sí. YO SOY».