“Ese mismo Océano ilimitado es el Océano de Amor en el que se baña el bhakta, aquel en quien el impulso más fuerte es el impulso amoroso que, cual Eros platónico, no descansa hasta trascender todo lo sensible y fundirse en el abrazo con el Amado/Amada, que es tanto Otro como mi más auténtico Sí-mismo”,
“Es también este el camino de la libertad, pues uno consigue ser libre de la acción en la acción, libre de la propia voluntad egoica en la entrega a la Voluntad divina, y experimenta la belleza de la libertad en medio del hacer, vivido ya como un no-hacer. No es ya el propio deseo quien rige mi vida, sino la Voluntad transpersonal, no-dual, que es mi verdadera voluntad. En la verdadera libertad ya no he de elegir, pues la Sabiduría amorosa está más allá de toda elección particular. En este nivel, necesidad y libertad no son dos.”
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