“El Yo profundo es la fuente de la que todo procede en nosotros y a lo que todos nuestros anhelos se dirigen. El amor en nosotros -y en todo lo existente- se busca a sí mismo. La verdad en nosotros se busca a sí misma. La belleza en nosotros busca contemplarse y reconocerse a sí misma.”
LEER ARTÍCULO (4 páginas)