“Más que nunca, está en juego nuestra independencia intelectual. El pensamiento mágico del «todo lo puedes» y las nuevas pseudoespiritualidades del «si lo sueñas, lo conseguirás» comercian con nuestra angustia, se alían con el mantenimiento del statu quo y narcotizan nuestra autonomía emocional. No necesitamos gestión emocional; necesitamos más y mejor educación, más resistencia que impida nuestra sedación intelectual.”
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