Vídeo que nos remite Alicia, a quien agradecemos compartirlo con nosotras y nosotros.
Se trata de una mesa redonda entre Mónica Cavallé, la arquitecta Izaskun Chinchilla y el arquitecto Manuel Sarabia.
“No solo la contaminación acústica es perjudicial para nuestra salud; nos aplasta también el ruido mediático y desinformativo al que estamos expuestos de forma continuada. Frente a tantos ruidos invasivos, surge la urgencia de recuperar el silencio, tanto físico como mental.”
Destacamos:
Vivir suena, el ruido es un enemigo y no percibirlo no significa que no nos haga daño.
El silencio es expectante, reflexivo, a veces incómodo.
Ruido unido al consumo y al ocio, a las prisas …
Mónica Cavallé: filosofía cómo terapia.
Izaskun Chinchilla arquitecta, autora del libro “La ciudad de los cuidados”.
Manuel Sarabia, arquitecto: unir economía, política y poética al hacer ciudad. Concepto sobre el paisaje sonoro. Hoy en día somos hipersensibles al ruido y a la vez cada día hay más ruido.
Mónica: lo que tiene que venderse se tiene que destacar, sean productos como personas (redes sociales…). Más importante el cuidado de la imagen que el del yo real. Esto genera vacío interno y lleva a una hiperactividad para taparlo. Miedo al vacío.
La realidad tan luminosa de internet ha supuesto la materialización del sueño democrático, acceso libre y universal para la escucha y la expresión… pero tiene sombras. La desinformación, manipulación y vigilancia, el estrés de la hiperconectividad, la intoxicación informativa (hay que estar al día de todo). Distracción constante y dispersión, que es la muerte espiritual.
El silencio es una necesidad humana básica. Necesitamos armonía, sencillez y hoy en día la vida se ha vuelto muy compleja. Necesidad de soledad. La necesidad de una mente contemplativa, que es una mirada amorosa.
Izaskun: arqueología urbana antes del vehículo privado, paisaje sonoro a pensar cómo era entonces, pinturas de aquellos tiempos, cortejo en columpios, picnics en las praderas, siesta en espacio público.
Mónica: silencio e intimidad. Estamos perdiendo el sentido de lo íntimo, todo se muestra, se exhibe. Descansar en el fondo silencioso de nuestro ser para vivirnos desde dentro hasta fuera.
Manuel hace una defensa al ruido sonido: los comerciantes del bazar de Estambul o quienes viven en favelas brasileñas dicen que son indiferentes al sonido que les rodea o incluso les gusta al ser el sonido de la vida humana que nos confirma que no estamos solos.
La vecindad, un ruido de fondo.
Izaskun: Soledad en el espacio público. Antes se sentaba la gente en el espacio público para hacer sus labores: pelando judías verdes, bordando. De esa forma se paliaba en parte la soledad.
Mónica: Que la vida tenga una cualidad que deje poso, que sea un aprendizaje. No tiene que ver con estar solo o acompañado, sino con la hondura de la propia experiencia. En nuestros tiempos hay ocasiones en las que se consumen experiencias, una tras otra, de una forma adictiva y saturándonos de impactos que no se transforman en vivencias ni en comprensión. Cuando la experiencia tiene esa hondura es increíble, no necesitamos estar divirtiéndonos. Cualquier experiencia se convierte en un milagro.