“Es cierto que desde la limitada perspectiva del estado de pensamiento pareciera que nos acechan entes inquietantes, que la vida es azarosa y que estamos rodeados de peligros que solo podemos evitar si empleamos nuestra mente pensante para controlar la ciega existencia. Pero el hecho de que la existencia nos parezca ciega y azarosa es solo resultado de nuestro propio reflejo como mentes limitadas.”
La vida sabe… Todo lo que viene, conviene… Somos llevados por la vida…
Estas y otras frases suelen escandalizarnos y en ocasiones asustarnos: ¿Estamos ante una nueva creencia? Ciertamente se juega en ello todo el sentido que buscamos. Siempre, al leer este tipo de cosas, hemos de tener presentes los dos planos en los que nos movemos: el mental y fenomenológico o el plano profundo de la consciencia, de los ojos despiertos al ser profundo.
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