Pedro Brañas es médico, especialista en Salud Pública y máster en bioética. Enseña espiritualidad no dual. Conoció en 2001 a su maestro Francis Lucille, un reconocido discípulo de Jean Klein en la tradición Advaita Vedanta.
Hemos encontrado su web que se llama El pájaro que canta y que hace referencia a un texto de R. Tagore que habla del pájaro que canta cuando el amanecer todavía está oscuro. Muy expresivo.
Toda su presentación es un poco provocadora, buscando remover el interior de las y los oyentes.
Comienza diciendo que no tiene nada que enseñar. De lo que se trata es de que cada cual descubra lo que lleva dentro. Si nos identificamos solamente con el cuerpo y la mente, generamos mucho cansancio.
Somos cuerpo (atención siempre al cuerpo), mente y consciencia.
El problema nace cuando creemos que la consciencia depende del cerebro y es una función más del mismo. Esta afirmación nunca ha podido ser demostrada por nadie. La consciencia es algo que no podemos describir, como ocurre con el amor.
La consciencia no es algo individual. Creerlo así es lo que nos separa de la humanidad y del mundo.
La mente es como un ordenador, y nosotras y nosotros somos quienes vemos la pantalla.
La vida es muy sencilla. Es como caminar de noche con una linterna pequeña que ilumina nuestros pies y nos permite avanzar paso a paso. Todo lo demás es superfluo.
Cuesta en momentos seguir el discurso, hasta caer en la cuenta de que su propuesta es que nuestra realidad real es “SOMOS”, la consciencia. Atisbada y descubierta en el silencio y en la vida cotidiana y cantando alegres como el pájaro que sabe que pronto amanecerá.
Es ahí donde radica la no-dualidad y la transpersonalidad