Este libro intenta expresar la fe única y eterna en Jesucristo y su Dios, en el lenguaje de la modernidad. La sociedad occidental del futuro no va a seguir pensando como lo hacían los que la precedieron, así como el adulto tampoco habla ni piensa como lo hacía cuando era niño.
Lo que este libro quiere ensayar es algo a lo que muy pocos se han atrevido, que es desempolvar nuestra doctrina de la fe del lenguaje y de las representaciones de la Edad Media, para formularla en el idioma actual. Esta formulación moderna de la fe única y eterna en Jesucristo y su Dios se aparta hasta tal punto de la tradición que, necesariamente, va a despertar la sospecha de ser heterodoxa. Pero no lo es de ninguna manera. El propio lector se convencerá de ello.