«Según mi investigación, las tres características más comunes de las experiencias de despertar son:
- Estados afectivos positivos (incluyendo una sensación de júbilo o serenidad, falta de miedo y ansiedad);
- percepción intensificada; y
- un sentido de conexión (que puede ser hacia los otros seres humanos, la naturaleza o todo el universo en general)».
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