Esta conferencia trata sobre la necesidad de la espiritualidad hoy, y a la vez de cómo existe una “philosophia perennis”, una filosofía perenne, que recoge todos los saberes humanos para su completud. Tuvo lugar el 13 de febrero de 2025.
Destacamos algunos puntos de la conferencia:
La espiritualidad es siempre lo mismo, lo que vamos cambiando es la forma de entenderla y vivirla.
Las instituciones religiosas ya no nos sirven, y no sólo las cristianas, sino todas. La mediación religiosa es como que está deforestada, ha quedado estéril. Pero sin embargo hay una enorme sed.
La búsqueda es el origen de todo encuentro. Buscamos porque ya hemos sido buscadas o buscados.
Lo que se espera pero que nunca se alcanza. Toda la vida espiritual es seguir subiendo ese monte siguiendo ese deseo inacabado que nunca se llega a cumplir.
No es una conquista nuestra, sino una llamada a la que seguimos y que nos va mostrando poco a poco piedrecitas que nos pueden confirmar si vamos bien. Es mantener el fuego de una llamada primera que se mantiene a base de muchos SÍES, aunque haya momentos de desmotivación.
Mirar la naturaleza de forma que aparezca todo como sagrado, ser capaz de emocionarse, de sentir esa vida que a simple vista pasaría desapercibida. Mirar de manera amorosa nos hace ver lo natural (creación), lo antropológico (ser humano) y lo teológico (interioridad), es decir, los tres mundos entre los que nos movemos.
Hay personas que no son creyentes (a la manera clásica) y son creyentes a la vez. No están dentro de ningún esquema (o norma) y sin embargo tienen una visión interna muy profunda de la realidad. Son caminos diversos, muy distintos. Es un desvelar la realidad, la verdad se va desvelando. Y para nosotras y nosotros ahora hay muchas cosas ocultas que no lo estarán dentro de unos cuantos siglos.