“El problema no es que no seamos libres, el problema es que, cuando se trata el tema de la libertad desde un punto de vista filosófico, se enmarca siempre en el presupuesto de un yo substancial, es decir, de un yo que es algo más que la suma de los procesos que lo constituyen, una mistificación parecida al concepto del “alma” y para la cual no hay evidencias ni físicas ni fenomenológicas.”
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