Clase de Ana Carrasco-Conde para «Fundamentos filosóficos para el estudio de la lengua y la literatura», Grado en Lenguas Modernas y sus Literaturas, UCM. Es la segunda sesión sobre Hölderlin, en la que veremos las implicaciones filosóficas de su etapa del Stift de Tubinga en su producción literaria: «Hiperion».
La clase entera tiene tres partes:
<Friedrich Hölderlin (1770-1843) es considerado, no sin razón, uno de los poetas cuyas ideas, a caballo entre el Romanticismo y el Clasicismo, más hondo calaron en la tradición filosófica y literaria que le siguió. Aunque su obra no solo se compone de poesía, podemos afirmar que todo cuanto escribió se encuentra repleto de una fuerza poética en la que los conceptos de tiempo, belleza y espíritu cobran una especial importancia.
En Hiperión, tal vez su obra más conocida, Hölderlin aclara a qué se refiere con la palabra “Todo”: “Su nombre es belleza”, es decir, la esencia de la belleza, de donde nace toda auténtica filosofía. Pero el Todo, a la vez, es “Una única, eterna y ardiente vida”. Una vida que nunca dudará en ensalzar incluso en los momentos más difíciles de su existencia. Y es que parece haber en nosotros una extraña ambición “irresistible a ser Todo, que, como el Titán del Etna, brota enojada desde las profundidades de nuestro ser”> (https://elvuelodelalechuza.com/2014/07/01/friedrich-holderlin-divina-locura/)