“Saboreamos esta verdad cada noche, cuando todos nuestros dramas y preocupaciones y experiencias desaparecen por completo en el sueño profundo. Todas las palabras y explicaciones, todas las preguntas y problemas desaparecen. El que parece estar en el centro de la historia, el que se preocupa por resolver todo esto y llegar a algún sitio y ser alguien y hacerlo bien, ese también desaparece. No queda nada perceptible, experimentable o concebible. ¡Qué alivio! Y no nos aterra esta desaparición nocturna – ¡la esperamos con gusto!”
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