Etimología de fluir: Raíz latina asociada a la idea de movimiento. Origen germánico: correr como el agua…
Es como una meditación en acción, concentración en una tarea. Y en ese aspecto es diferente o complementario del mindfulness. Al fluir, el yo se pierde en la actividad o tarea que se está realizando con una determinada pasión o ritmo.
Centrarse en sí mismo o en sí misma, que es a lo que se dirige la meditación, o perderse en la acción son dos formas de conexión y no tienen por qué ser excluyentes; en unos momentos podemos estar en una y en otros en la otra. Aunque puede que haya caracteres más tendientes a una u otra.
El Flow es un largo trabajo previo sobre todo lo que aprendiste, te enseñaron o pudiste asimilar para, luego, dejarte guiar por tu intuición y confiar en lo que tú puedes hacer más allá de tu control.
El mejor Flow te sorprende, no es buscado. Se tienen todos los ingredientes procedentes del trabajo anterior pero la conexión de todo ellos te sorprende. Son momentos cima, pero se conquista con trabajo realizado en momentos valle.
Todas las culturas con sus ritos implican Flow: las y los chamanes, las y los danzantes, los tambores…