«En el psiquismo humano, la evolución holística de la naturaleza -que produce
por doquier totalidades cada vez más inclusivas- se manifiesta como
desarrollo o crecimiento. De este modo, el mismo impulso que dio lugar a los
seres humanos a partir de las amebas es el que termina convirtiendo al niño
en adulto. Es decir, el crecimiento o el desarrollo psicológico de una persona
desde la infancia hasta la madurez es simplemente una versión en miniatura
de la evolución cósmica o, dicho de otro modo, un reflejo microscópico del
desarrollo global del universo y que apunta hacia su mismo objetivo, el
despliegue de unidades e integraciones de orden superior»