Como muestra de las conversaciones que tienen lugar en nuestros eventos, en esta ocasión de Charlas desde el Ser exploramos cómo la meditación puede facilitar la toma de decisiones, mejorando nuestra vida cotidiana:
Pedro: En este retiro siento el cuerpo muy ligero y vacío, y en algunos momentos experimento hormigueos muy placenteros, aunque la idea de que no soy mi cuerpo aún me parece fantasía.
Jordi: Los grandes cambios en la percepción a menudo necesitan ser digeridos poco a poco. Si de repente todos los aquí presentes viéramos con claridad que no somos lo que creemos ser, probablemente a más de uno se le caería todo el pelo del susto.
P.: Me pregunto si la meditación realmente puede ayudarme a tomar las decisiones importantes de mi vida de forma más acertada.
J.: El proceso de tomar decisiones puede estar lleno de ansiedad, miedo y dudas sobre el resultado de nuestras elecciones. La meditación nos invita a sumergirnos en nuestro propio ser, a descubrir que la paz y la felicidad no son destinos externos que dependan del camino que recorremos, sino espacios que podemos encontrar dentro de nosotros mismos y desde donde podemos actuar. Muchas de las emociones que bloquean nuestras decisiones están relacionadas con el miedo a no poder ser felices si nos equivocamos. A medida que descubrimos que nuestra felicidad no depende de circunstancias externas, el miedo a la infelicidad se desvanece. Imaginaos tener que enfrentar una decisión importante, como cambiar de trabajo, sin que el miedo a la infelicidad nuble tu juicio. ¿No sería liberador?
Marta: Pero a veces las emociones nos confunden y nos impiden ver con claridad.
J.: Las emociones pueden ser como nubes que oscurecen la claridad mental. La meditación actúa como un paraguas en medio de la tormenta, ayudándonos a calmar esas emociones pasajeras y permitiendo que nuestra razón evalúe mejor las opciones. Nos enseña a discernir entre lo que es esencial para nuestro crecimiento y lo que nos distrae del camino hacia nuestra verdadera realización. Por ejemplo, al considerar un cambio laboral, la meditación puede ayudarte a identificar mejor qué aspectos de tu trabajo actual te satisfacen y qué áreas necesitan ajustes para alcanzar una mayor realización personal y profesional.
Carlos: Hoy, mientras meditaba, observar los pensamientos sin juzgar me ayudó a ver las cosas con más objetividad. Me di cuenta de que no soy mis pensamientos, sino simplemente el observador de ellos.
J.: Esto cambia completamente la forma en que abordamos la toma de decisiones. A medida que nos sumergimos en la práctica de la meditación, cultivamos una mayor conciencia de este silencio siempre presente, no como ausencia de ruido, sino como ausencia de juicio. Este silencio, que es pura escucha y observación, nos abre a una conexión más íntima con nuestra propia sabiduría interna y, por tanto, a una mejor valoración de nuestras opciones. Nos ayuda a descubrir soluciones innovadoras que de otro modo podrían pasar desapercibidas.
Ana: Pero, dejar las decisiones importantes en manos del silencio interior, ¿no sería como una forma de desinterés, como si no te importara hacia dónde se dirige tu vida?
J.: Sentir que estamos en buenas manos es un poder interior, no puede forzarse. Pero cuando este espacio empieza a reconocerse, la vida se relaja y, aunque dejamos de vivir apegados a los resultados, estos resultan sorprendentes. La meditación nos fortalece para confiar en la vida. Aprendemos a soltar la necesidad de controlar cada aspecto de nuestra existencia y, en su lugar, confiamos en el flujo natural de los acontecimientos. Esta confianza nos permite tomar decisiones con mayor tranquilidad y certeza, sabiendo que estamos en sintonía con el ritmo del universo.
A.: ¿Sería como una intuición que te dice lo que tienes que hacer cuando tienes dudas?
J.: Cuando la meditación nos llama, si estamos abiertos, vamos más allá de la mente racional y accedemos a un nivel más profundo de comprensión. Tenemos acceso a una nueva forma de intuición. Podemos entenderlo como una guía interna, pero no es que nos diga lo que tenemos que hacer. Se trata de vivir desde un espacio en el que pensamiento, sentimiento y acción suceden de forma alineada. Seguimos usando la razón para la toma de decisiones, pero se siente con claridad cuál es el siguiente paso que dar, y simplemente este se da por sí solo.
María: ¿Qué pasa si nos equivocamos al tomar una decisión?
J.: Es natural preocuparse por cometer errores. Sin embargo, la meditación nos enseña que no hay decisiones incorrectas, solo oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Cada decisión que tomamos nos brinda un nuevo contexto de experiencia que nos acerca más a nuestro autodescubrimiento y desarrollo interno.
En conclusión, la meditación transforma nuestra relación con la toma de decisiones, guiándonos hacia una mayor claridad y serenidad en medio de la incertidumbre. Nos invita a confiar en nuestro propio proceso y a abrazar cada elección como parte de nuestro viaje de autoconocimiento.
Jordi Casals