Dos profesoras de la Escuela Internacional de Yoga mantienen una conversación con Lee Klinger Lesser, maestra y practicante de yoga y zen en San Francisco (California).
La primera parte del vídeo nos ha motivado poco, pero a partir de la segunda mitad nos ha capturado, sobre todo por la verdad y autenticidad que desprende Lee. Recomendamos seguirlo hasta el final, en clave de cuestionamiento personal. Podremos quizá oír nuestra canción y animarnos a Cantarla. Es nuestro quehacer en el mundo.
Destacamos:
Confiar con la conexión con la Naturaleza, ya que es lo que somos. Esto se ha perdido mucho en nuestros días al pensar que la Naturaleza está allí y nosotros aquí.
Estar presente con lo que sea que esté llegando. Sentir lo que viene por sí mismo, no lo que estamos tratando de dirigir o controlar.
La finalidad de la Meditación es encontrar tu canción y tras ello dedicarte a cantarla. Es lo importante, dedicarnos a sentir lo que nos da vida para luego ofrecerlo al mundo en el tiempo que nos toca vivir.
No paralizarnos por lo que no se puede hacer y centrarnos en lo que está en nuestras manos. Acompañar sin empujar, pero sin tampoco frenar y sin tratar de protegernos.
¿Qué nos está pidiendo el mundo? Escuchar lo que nos pide. No quedarnos en la comodidad de nuestro cojín de meditación, ni en nuestro retiro de conciencia plena, ni en nuestra clase de yoga. El juego no termina con que yo esté bien, el mundo pide que, uniéndonos con otras personas, buscando aliados y aliadas, enfoquemos nuestra energía en lo que podemos aportar.
Cuando hemos recibido algo que nos toca y despierta “nuestra canción”, lo queremos ofrecer. Sigo lo que me está llamando para compartir lo que la vida me ha dado.
Thich Nhat Hanh dijo, “el siguiente Buda será una comunidad”. Lo que quiere transmitir es que la iluminación en nuestro tiempo no vendrá de un individuo aislado, sino de la fuerza colectiva: la capacidad de las personas de vivir juntas con compasión, apoyo mutuo y conciencia compartida.
Aportamos algunas claves de esta visión de Thich Nhat Hanh:
- Interser: en la tradición budista moderna se habla de que todos y todas estamos interconectadas; la comunidad es el espacio donde esa interconexión se hace visible.
- Práctica compartida: la meditación, la ética y la compasión se sostienen mejor cuando se practican en grupo, no solo en soledad.
- Resiliencia colectiva: frente a los retos sociales y ambientales, la comunidad consciente puede ser más fuerte que un maestro individual.
- Cambio de paradigma: en lugar de esperar a un “salvador” o figura iluminada, se reconoce que la sabiduría surge de la cooperación y del cuidado mutuo.
Aquí el “Buda” deja de ser una persona histórica o mítica y se convierte en un símbolo de la comunidad despierta.

