Cuando se habla de las mujeres místicas sufíes, casi siempre aparece su nombre: Rabia al Adawiyya, la que quería apagar el fuego del infierno y secar el agua del cielo para que amáramos a Dios por Dios. Al ser, por lo que es. Esta santa de Basora, que vivió antes que Rumi e Ibn Arabí, ejemplificó con su propia vida lo que significa la entrega al absoluto.
LEER ARTÍCULO (4 páginas)