Taylor describe, en otro lugar, que «nuestra conciencia habitual es en realidad una especie de sueño del que a veces ‘despertamos’ para acceder a una realidad más intensa, plena, completa y satisfactoria.» Pero a veces estas experiencias del despertar se narran de tal manera que menguan su credibilidad y nos sitúan en una actitud a la defensiva frente a las mismas.
Por eso este artículo es bien interesante. Porque, muy sencillamente, nos presenta el despertar como un paso con distintas causas pero que nos lleva o nos induce siempre a una situación nueva en nuestra persona y en nuestra forma de vivir.
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