Resumen
Toda argumentación sobre nuevos pasos en la búsqueda de un nuevo paradigma filosófico-pedagógico perdería aceptación si la sociedad y sus representantes, las escuelas, liceos o universidades, no vieran la necesidad del pensamiento filosófico insertado en la práctica transformadora humana, teniendo presente, que un paradigma gobierna, desde un principio, no un asunto sino más bien un grupo de practicantes.
Toda argumentación sobre nuevos pasos en la búsqueda de un nuevo paradigma filosófico-pedagógico perdería aceptación si la sociedad y sus representantes, las escuelas, liceos o universidades, no vieran la necesidad del pensamiento filosófico insertado en la práctica transformadora humana, teniendo presente, que un paradigma gobierna, desde un principio, no un asunto sino más bien un grupo de practicantes.
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