Quienes tenemos años abundantes y vivimos hasta hace unos pocos en la tradición cristiana, tuvimos en el obispo Romero un referente del compromiso con las y los pobres, con el pueblo, con la sociedad, con el mundo que también daba vueltas entonces… quizá no tan deprisa como ahora.
Honramos su memoria porque entregó su vida, asesinado por los poderes del momento.
Y también hacemos presentes a los “Comités Oscar Romero” que nos enseñaron a mantener la memoria, celebrando sus aniversarios y el “Día de los Inocentes”.
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