Rutina.
La rutina, tal como la entendemos habitualmente, no existe: es un espejismo. Nada se repite en las mismas circunstancias y nunca somos los mismos. Estamos en constante transformación. La aparente reiteración de nuestros actos, nuestros días, nuestros gestos y emociones, revela, a poco que dirijamos la cuidada luz de la conciencia, un sinfín de variaciones propias de una vida en constante evolución, el escenario de un apasionante mundo nuevo a cada instante. Por otra parte, ¿no es acaso la rutina una forma de abundancia? Todo lo que nos viene día a día, con reiterada obstinación, es un don gratuito, y esa gratuidad es la única reiteración que sí se cumple constantemente.
Dentro de la corriente incesante del cambio también podemos encontrar notas constantes que recorren, como una melodía, el río de la vida y en las que podemos descansar mientras seguimos avanzando.
Yacimientos de felicidad
Un yacimiento de felicidad es encontrar una riqueza en modo de tiempo, escenario, recuerdo o vivencia que aumenta la calidad o la profundidad de nuestro ser.
Ritmo
Buscar y encontrar delicadamente el ritmo, la huella de lo que “es”, la huella del Tao o del Logos. Si nos adecuamos a ella, nos llegará una verdad, nuestra verdad personal. Enfocar y desenfocar nuestras percepciones, la respiración nuestra de cada día. El ritmo, inscrito como matriz primordial en toda la naturaleza, guarda la mayor sabiduría para la vida. Es su lenguaje más verdadero.
Permanecer en la pureza
Avanzo por un camino soleado y seco. Los árboles discurren todo a lo largo, su sombra familiar acompaña mis pasos, algunas flores, una canción antigua, nubes y el cielo tan alto y azul.
La pureza es muy importante cuando tantas cosas están tan alejadas de su natural sentido.
Se está bien; este escenario, el amable tiempo de lo ya comprendido desde hace años, la singular habilidad para bailar con los días y abrirse a la sonrisa del momento.
Cualquier sendero seductor desde el misterio que transcurre paralelo puede desviarme del camino natural y desterrarme a lugares extraños que tal vez deba conocer, para habitar la incertidumbre. Podría suceder.
Pero nunca, nunca abandono el sueño de la pureza.
Acompañamiento
¡Qué suerte que un ser humano tenga al lado a otro ser humano!
Neutralidad
Siempre que tengas alguna duda sobre cómo sentir o actuar, opta por la neutralidad, tanto en lo que respecta a ti, como a los demás. Si eres cauteloso, es más difícil equivocarte. Ten mucho cuidado con las proyecciones. La pregunta siempre es: ¿Esto es verdad o es un pensamiento, juicio, emoción míos?
Maneras de estar
¿Puedes caminar por el mundo con orgullosa humildad? Esta mezcla de matices es muy poderosa, se acerca mucho a la realidad, incluso alguna verdad. Honra lo que puedas honestamente honrar. Venera algo, si te nace sinceramente. Puedes probar a ser cuidadoso con la fuerza de la alegría, con el entusiasmo derivado de un orgullo irrelevante, con el vanidoso atrevimiento, como paisajes de primavera que pueden desviarnos del camino. Pero, si te desvían, está bien. Tal vez sea más fácil atender a esa necesidad constante de descifrar lo necesario de lo arbitrario, saber adivinar lo superfluo, lo vivaz en lo frívolo.
Cambiando
Cambiar patrones antiguos. Aparte del trabajo constante de hacer conciencia, creo que hemos de obrar con compasión y amor hacia los viejos patrones, pues nos han servido durante mucho tiempo en nuestro camino y cuando se erigieron, la razón última, siempre era de amor. Conviene recordarlo y honrarlo.
Meditación
La meditación es un gran acogimiento en el que tiene cabida todo. También es tomar el pulso a la realidad. Cuando entro en meditación, hay un pensamiento antes de cruzar el umbral: ¿cómo es la vida, la realidad, el mundo, aquí, ahora, en estos momentos? Meditar es la escucha de esto, cómo se expresa la realidad en este momento, en este espacio.
Amor incondicional
Prueba a poner las manos sobre tu pecho, cálidamente. Siente todas las personas que ahora, en estos momentos y alrededor de todo el mundo, están sintiendo conscientemente amor incondicional hacia los demás. Hacia ti. Déjate atravesar gentilmente por esta realidad. Formas parte de esta corriente de amor. Si lo haces con todo tu ser, toda sabiduría, toda iniciación espiritual, ya se ha cumplido en ti.
Simplificar
Cuando estés confuso y tengas dudas, vuelve atrás, simplifica. Complicarlo te aleja de tu propia felicidad.
¿Con que patrón juzgas tu valía? ¿Puedes, sencillamente, ser el que eres?
Delicadeza
El mismo cuidado exquisito que ponemos al crear un poema, es el mismo delicado cuidado que debemos poner para cuidar a un enfermo que nos necesita y el mismo para cuidar de nuestra propia vida.
Hacer y tiempo
¡Qué difícil es a veces saber dejar pasar el tiempo para que nuestra vida madure, sin hacer nada especialmente productivo, a imitación de la naturaleza, con su innata sabiduría! Ella pasa, crece, sueña y se desenvuelve de una forma natural, siendo productiva cuando lo tiene que ser y siendo, sencillamente siendo, la mayor parte del tiempo. A veces no hacer nada especial y vivir lo que nos llega es la acción más potente y completa, la idónea, la que la vida ya tenía previsto en su discurrir.
No importa que parezca que casi todo el mundo tiene razón, conoce y sigue tu intuición. Tú también eres parte del mundo y ¿por qué no? una de las mejores.
Montse Montano, noviembre 2020