El Foro Gogoa de Pamplona organizó una conferencia singular el pasado día 16. Se trató de un debate, confrontación denominan ellos, entre Javier Melloni, a quien ya vamos conociendo, con su amigo José Cobo, licenciado en filosofía y profesor de un colegio de jesuitas de Barcelona.
Originariamente el debate comenzó en el 2012 con un ciclo sobre siete temas, dedicándole una jornada a cada tema. Un primer bloque comprendía la revelación, la cristología, el mal, y la vida en el espíritu. En un segundo momento abordaron el silencio, la palabra y la acción. Todo ello quedó recogido y publicado en el librito “Dios sin Dios” de Editorial Fragmenta. Curiosamente el título del libro es una afirmación. En la conferencia se han colocado signos de interrogación.
Para el debate de Pamplona se eligieron cuatro temas: Dios, Jesucristo, Espiritualidad y Compromiso, y Más allá de las religiones. Javier Pagola presentó y moderó el debate.
Una primera sensación, ya antes de comenzar, era que en una hora y media escasa solamente se podrían enunciar los temas y dar un brochazo grueso sobre las posiciones de los intervinientes.
No queremos, ni podemos, terciar en el debate. Simplemente ofrecemos una crónica que quiere invitar a ver la conferencia en el enlace que adjuntamos.
Percibimos a Cobo como un pensador teísta, moderno, que rechaza situar al cristianismo en “el gran magma de la nueva transreligión”. En Melloni seguimos encontrando al místico que defiende una “espiritualidad transconfesional”.
Escuchamos a Melloni hablar de su experiencia, profunda, evocadora, “su canto”, “su danza”, frente a Cobo que hablaba de lo que ha estudiado y conceptualizado, en referencia siempre a la Biblia. Se les ve con años de esfuerzo por aproximar sus pensamientos, aunque también por definir bien las aristas de sus diferencias.
El tema de Dios, que era el primero, era también el más decisivo. La imagen de Dios en Cobo está relacionada con la separación del hombre, relatada con el mito de la caída, en el silencio de Dios y en el problema del mal, algo recurrente en toda su disertación. Melloni expone la evolución de su imagen de Dios a lo largo de toda su vida. Una imagen dinámica que le ha llevado del Dios totalmente Otro a un Dios que hace uno con la Realidad y que la sustenta. Un nuevo paradigma. No hay un Dios fuera de mí. Somos manifestación de lo que es. Ya nos lo decía el año pasado en Madrid: la ola es el mar, pero no todo el mar. Importante matiz.
Curiosamente Cobo ve todo este pensamiento como gnóstico. Luego hablaron de herejías, un tema también recurrente. Ya nos sabemos de memoria unas cuantas. Con lo de la gnosis no llevan años, llevan siglos a cuestas.
Jesucristo significativamente aparece en el programa como Jesu-Cristo, con un guion que quiere significar la doble naturaleza de Jesús de Nazaret. Así Cobo insistirá en la filiación divina, la encarnación, la redención, etc. mientras Melloni, enamorado de Jesús, habla de la anticipación y comprensión que se dan en Jesús de lo que todos somos. “Lo que se da en Jesús, se da en todos y en Todo”. Un Jesús, por tanto, inclusivo y no exclusivo.
“Demasiado bonito para ser verdad”, afirmó Cobo. Algunas personas recordamos que esta misma frase ya se la dedicaron a Teilhard y su Himno del Universo.
Al tema de espiritualidad y compromiso se le dedicó poco tiempo. Más allá de considerar el compromiso como certificado de autenticidad espiritual, echamos en falta entender el compromiso como consecuencia de que somos Uno y somos lo mismo.
Y el último tema se definía en el programa como “Encuentro interreligioso y más allá de las religiones”. Aquí las dos posiciones quedaron claras. Mientras Cobo se mueve en lo “interreligioso” primando la “verdad” en exclusiva del cristianismo, Melloni se decanta por lo transreligioso, considerando cada religión como un camino distinto que conduce a la misma cima. Propugna una única religión universal, aunque conservemos ritos o expresiones de cada tradición.
Finalmente llegó el turno de las preguntas. Pocas. Una persona dio testimonio de su camino, incluyendo un cierto despertar místico. Cobo sospecha de toda mística de una forma bastante simplista. Melloni sale al rescate.
Junto con la falta de tiempo o lo excesivo de la temática sobró, como afirmó Melloni, el argot teológico, fruto del oficio. Cobo resultó demasiado conservador, aunque moderno, mientras Melloni no fue el mejor Melloni al que tiene acostumbrado a su público. Tal vez este formato de confrontación no sea el más adecuado cuando se habla desde niveles diferentes, el de la mente y el de la Consciencia; es como intentar dialogar en idiomas distintos.
¿Dónde nos situamos desde nuestra espiritualidad laica? Abandonando, sin volver la vista atrás, el discurso, cosido al dogma, de Cobo, transitando con gozo los caminos de Melloni… y más allá… llegando a la postreligión. Y nos situamos en la cualidad humana profunda y común, que es un más acá de la lucidez, del alba del despertar, de la libertad.
