En el saludo de esta página web decimos que “hay muchas personas que estamos viviendo un cambio en nuestra forma de entender la vida, en nuestra espiritualidad y creencias… lo cual nos puede acarrear a veces soledad, falta de referencias, etc.» Y también que «por eso acudimos a foros, a charlas y cursos, formamos grupos para compartir o nos vamos a retiros y encuentros.”
Nuestro grupo es de esos. Quienes colaboramos en la actualización de esta página, iniciamos hace algunos años una experiencia en grupo con más gente para compartir lo que vamos descubriendo, las dificultades con las que nos encontramos, para intercambiarnos materiales y enseñarnos mutuamente. Pero sobre todo para acompañarnos. Ese es el único objetivo del grupo.
Una vez al mes nos juntamos durante toda la mañana de un sábado.
Nuestra reunión empieza siempre con un rato de silencio. Un silencio compartido. El primer año empezamos con raticos cortos y compartiendo en el momento lo que sentíamos, lo difícil que se nos hacía acallar la mente y las ideas.
Nos topamos con resistencias y miedos pero la experiencia de hacer silencio en grupo es especial, es gozosa… ocurra lo que ocurra en el interior… La fuerza del silencio común tiene un efecto personal: motiva, anima, acompaña, relaja… Y, de algún modo, desde el silencio vamos transformando los miedos en posibilidades… quizás de encontrarnos de nuevo, desde lo que somos, de otra manera. El silencio nos resitúa y nos conecta con lo profundo.
Y, poco a poco, hemos ido aumentando la duración de los ratos de silencio. .
Silencio que repetimos después de un descanso para retomar el momento de compartir. Pero, de alguna forma, empezar en silencio nos centra…